7 de mayo de 2011

Show me your teeth!


Muchos decían que Britney Spears era la sucesora de Madonna e incluso fue nombrada la Princesa del pop, título que mantiene, pero nadie se esperaba que alguien pudiera realmente pelearle el lugar a Madonna... la cuestión es que no se trata de una típica Teenager pop singer, sino de un fenómeno (en todos los sentidos de la palabra) que deja lo convencional y aburrido de una "Stefani" para convertirse en Lady GaGa.

5 de mayo de 2011. Después de 7 meses de espera (desde que salieron a la venta los boletos) Lady Gaga piso México con la gira Monster Ball Tour y he de confesar que si no era tan fan, me hice fan durante el show.

En general me caen bien los artistas gringos que vienen a México y traen la misma energía que cuando se presentan en lugares más "importantes", quienes no nos menosprecian. Y este fue el caso de GaGa: siempre se mostró alegre, recogiendo los regalos que el público le lanzaba al escenario, sonriendo, intentando hablar español aunque la mayoría de sus palabras fueron en inglés y con un show espectacular.

Fue una noche en la que GaGa no dejó de hablar, cantar, bailar, brincar, gritar y como siempre "ensangrentarse". Fue un show realmente maravilloso con varios (muchísimos) cambios de vestuario y escenografía, y es que no esperábamos menos de ella en el sentido conceptual.

En cuestión musical, yo tenía mis dudas pero realmente me impresionó: tiene una voz increíble, de repente no le creí que estuviera cantando en vivo hasta que se escuchaban bruscos cambios en su respiración o tonos distintos a los acostumbrados en las versiones de estudio. Domina el escenario como quiere y podría tener a todos comiendo de su trasero si quisiera.

Inició con Dance in the dark y a lo largo de 2 horas repasó éxitos y canciones no tan conocidas pero igual de buenas: Lovegame, Just dance, Monster, The Fame, Telephone, Boys boys boys, Teeth, Alejandro, Paparazzi, Poker Face, Bad Romance además de algunas nuevas: Born this way, You and I, Americano y cerrando con Judas.

Hay canciones que de escucharlas en cd no me fascinaban, pero verla interpretarlas en vivo es otra cosa! Cada que las vuelvo a escuchar los flashazos del show me ponen la piel chinita y aunque ignoró la maravillosa Speechless, fue un concierto muy provocativo y emocionante, no sólo para los asistentes, también para ella: se trató del cierre de la gira y el lugar más grande en el que se ha presentado hasta ahora.

A pesar de que se dedicó a enviar mensajes con tintes religiosos, siempre predicó libertad. En esta parte, personalmente me parece todo un tema y me da mucha curiosidad de ver qué pasará con ella más adelante: Pasó de ser sólo una cantante pop a toda una ideología y modelo a seguir con una increíble cantidad de gente que no sólo gusta de su música, sino que realmente cree en ella. Ya sea por su apoyo a la comunidad LGBT o por defender siempre su natural y extravagante personalidad, se ha ganado al público de tal forma que lo que ella dice se hace y no en un sentido autoritario sino más bien hipnótico.

Como sea, creo que sí se merece el éxito que tiene; más allá de su ideología o lo que pueda predicar, por su talento y entrega en el escenario, que cualquier persona que haya pagado por un boleto, valora.

¡Ya quiero verla otra vez en vivo!